Desde el momento en que existe buena gente, buenos profesionales, buenas cosas... no veo nada malo en copiar actitudes o valores que nos hagan ser mejores, respetando los derechos que tiene la cualidad o aquello que se copia.
En el mundo del periodismo, desde que tengo uso de razón, he visto plagios. Los hay más discretos, como aquellos temas de actualidad que saca un escritor y posteriormente motivan miles de artículos con sus distintas versiones o adaptaciones. Y los hay más descarados.
Una de las adaptaciones más descaradas y cutres que he visto en Internet de un artículo, es el que preparó Anuxi (http://blogs.elcorreodigital.com/anuxilandia/posts). Cuando lo leía el 14 de Agosto, no daba crédito a tanto parecido con el artículo original que pude leer en papel a finales de julio y también encontrar en Internet en su fuente original: http://blogs.publico.es/culturas/142/vacaciones/
Lo que hice el 14 de Agosto fue añadir un comentario en el que pedía a Anuxi (el seudónimo de la persona que publicó el plagio para el blog del diario Vocento) que, al menos, citara la fuente original. Rectificar es de sabios y, para el día siguiente (15 de Agosto), ya lo había hecho. Eso sí, eliminando el comentario, así que mayor la sabiduría de este autor o autora que, así, se libra de la crítica de otros lectores o, tal vez, la defensa de alguno de ellos, quién sabe.
Es una pena que ya no se pueda ver la adaptación cutre de Anuxi del verdadero artículo de Antonio Orejudo. Así, Antonio, que tal vez siga de vacaciones en Oxford, no habrá podido conocer como "Sonia", amiga de "Anuxi", vivió la misma experiencia en la cafetería progre de esta ciudad inglesa. Yo sigo en Londres y tal vez copia algunas ideas de la city. Espero que me perdonen sus legítimos autores. Un cordial saludo y feliz mes de Agosto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario